Qué beber con las tortitas
Una receta de hace 5.000 años
Las tortitas, o más exactamente las galettes, son un invento muy antiguo. Se cree que se originaron hace más de 5.000 años Se encuentran en muchos países, y sólo se necesita un cereal para hacer la harina y un poco de agua. En México, las tortillas se hacen con maíz, en Asia con arroz y en África con sorgo.
De la tortita al crepe
No fue hasta el siglo XIII cuando la galette hizo su aparición en Bretaña gracias a la introducción del cultivo del trigo sarraceno, traído de Asia por los cruzados. Durante siglos, el trigo sarraceno fue el alimento básico de Bretaña. Su desarrollo se vio favorecido por el hecho de que el trigo sarraceno, a diferencia del trigo, no estaba sujeto a impuestos. Aunque la galette era originalmente sencilla, se enriqueció con mantequilla salada, salchichas y huevos para convertirla en un verdadero plato. Era habitual contratar a crêpières para que preparasen montones de galettes para las celebraciones (fiestas, bodas, bautizos, etc.). Como postre, rompían algunos huevos y añadían canela o azahar a la masa sobrante, convirtiendo la galette en una crêpe.
Tradición: ¿sidra o perada?
¿Con qué acompañar sus crepes dulces y salados? La sidra es el acompañamiento perfecto, ya sea dulce o salada. Según su gusto por lo dulce, puede elegir entre sidras brut, semisecas o dulces. Para los que quieran probar una bebida nueva, sin alejarse demasiado de la tradición, les recomendamos el poiré. La técnica de elaboración es la misma que para la sidra, pero se utilizan peras.
Un toque festivo: burbujas
Si está pensando en dar un toque festivo a su velada de crêpes, puede recurrir sin miedo a los vinos espumosos, franceses o no. Un agradable y dulce Moscati d'Asti, de finas burbujas y baja graduación alcohólica, será un feliz acompañante para sus crepes, preferiblemente dulces. En el lado francés, opte por crémants o vinos espumosos, pero evite el champán, que combina mal con este plato.
¿Y el vino tinto?
Lejos de estar proscritos, los tintos pueden ser una buena elección para los crepes salados, siempre que se opte por tintos ligeros, suaves, afrutados y frescos. Elija vinos de las variedades Gamay o Pinot Noir. Para los primeros, el Beaujolais es el lugar ideal, y para los más curiosos, Auvernia. Para las segundas, Alsacia, Loira y Borgoña ofrecen un amplio abanico de posibilidades.
Combinaciones inesperadas
Un Vouvray del Valle del Loira es un maridaje perfecto, gracias a sus burbujas finas y ligeras. Delicadamente dulce y afrutado, ¡puede maridarlo sin duda con sus crêpes! Un Oporto o un Maury también irán muy bien con las crepes de chocolate para aportarles cierto equilibrio.
¿Cómo acompaña sus crêpes?