Primeros pasos en el mundo del vino: consejos de La Sommelière
El mundo del vino ya no es sólo cosa de entendidos. Hoy en día, cualquiera puede aprender enología y descubrir las sutilezas de este fascinante mundo. La Sommelière Para ayudarle a dar sus primeros pasos, aquí tiene algunos consejos de .
1. PLACER: Aprenda a identificar lo que le gusta
La primera regla cuando se trata de vino es disfrutar. Empiece por identificar los vinos y denominaciones que le gustan. En cenas, fiestas o catas, tómese su tiempo para anotar o fotografiar las botellas que le han impresionado. Este hábito le permitirá encontrar fácilmente estos vinos en su tienda de vinos o en las estanterías de su supermercado.
A medida que vaya acumulando estas referencias, empezará a distinguir los estilos de vino y las regiones vinícolas que prefiere: vinos meridionales de aromas cálidos, vinos complejos de sabores evolutivos, vinos secos y minerales o vinos dulces y almibarados. Es importante escucharse a uno mismo y confiar en los propios gustos. El vino es ante todo una cuestión de placer y descubrimiento.
2. CURIOSIDAD: Atrévase a explorar nuevos horizontes
Una vez que tenga una idea de lo que le gusta, es hora de dejar que su curiosidad hable. El mundo del vino es vasto y rico, y para aprovecharlo al máximo hay que aventurarse más allá de las opciones habituales. No dude en hacer preguntas a su enólogo, leer libros sobre vino o artículos en Internet y participar en catas.
Su curiosidad también puede llevarle a comparar vinos de la misma variedad pero de distintas regiones. Por ejemplo, si le gustan los tintos de Borgoña, amplíe sus horizontes buscando otros vinos elaborados con la misma variedad de uva, Pinot Noir, en Francia (como en Alsacia) pero también en otros países (Nueva Zelanda, California, Alemania, etc.). La comparación es una excelente manera de comprender y apreciar los matices que aportan el terruño, el clima y los métodos de vinificación.
3. MEMORIA: Desarrollar la capacidad de memorizar aromas y sabores
La cata de vinos pone en juego todos los sentidos, pero sobre todo la memoria olfativa. Recordar los nombres de las variedades de uva, las denominaciones de origen y las regiones vitícolas forma parte del proceso de aprendizaje, pero recordar los aromas y los sabores es igual de importante.
Practique con regularidad la memorización de los olores que encuentra en su vida cotidiana: el olor de la fruta en el mercado, el aroma de las flores en el jardín, los aromas que salen de la cocina. Esta práctica le ayudará a identificar y nombrar más fácilmente los olores que percibe durante una degustación. La memoria olfativa es como un músculo: cuanto más se trabaja, más se fortalece.
También puede llevar un pequeño cuaderno de cata. Anote los vinos que cata, los aromas y sabores que experimenta y sus impresiones generales. Este cuaderno se convertirá en un valioso recurso para seguir tus progresos y afinar tu paladar con el tiempo.
4. FORMACIÓN: catar, comparar y compartir
La mejor manera de aprender a apreciar el vino es practicar. ¿Y qué mejor manera que hacerlo durante una velada con amigos? Convierta esos momentos en una divertida y educativa cata de vinos. Por ejemplo, compre tres botellas de vino de tres variedades de uva diferentes (como Sauvignon Blanc, Chardonnay y Viognier) y sírvalas a sus invitados. Comparen los vinos, compartan sus impresiones y comenten las diferencias que perciban.
El objetivo no es encontrar el "mejor" vino, sino observar los matices y particularidades de cada variedad de uva, terruño y método de vinificación. Comparando sus sensaciones y escuchando las de los demás, aprenderá a afinar su propia percepción.
También puede participar en talleres de cata, cursos de enología o visitas a viñedos para profundizar sus conocimientos y enriquecer su experiencia.
5. Degustar y ganar confianza
Iniciarse en el vino es un viaje personal y único. No tiene por qué conocer todas las grandes añadas ni dominar el vocabulario de la enología de la noche a la mañana. Lo importante es disfrutar y ganar confianza en sus gustos. Cuanto más pruebe, más aprenderá a reconocer los sabores y a describir lo que le gusta.
El mundo del vino es una aventura infinita de aprendizaje y placer. Así que dé sus primeros pasos con curiosidad, memoria y la mente abierta. Y, sobre todo, recuerda: el vino es para compartirlo y disfrutarlo, sin juicios ni pretensiones.
Entonces, ¿estás listo para embarcarte en la aventura del vino?